
Los agentes térmicos transfieren energía al paciente para producir un aumento o un descenso de la temperatura del tejido.
Ejemplos de agentes térmicos incluyen bolsas (compresas) de calor, bolsas de frio, ultrasonido, tina de chorros y la diatermia.

La crioterapia es la aplicación terapéutica de frio, mientras que la termoterapia es la aplicación terapéutica de calor. Dependiendo del cuerpo y del agente térmico los cambios de temperatura pueden ser superficiales o profundos y pueden afectar a un tipo de tejido más que a otro.
Por ejemplo, una compresa caliente produce el mayor aumento de temperatura en los tejidos superficiales con una alta conductividad térmica situados directamente debajo de la compresa. Por el contrario, el ultrasonido causa una elevación de temperatura en los tejidos más profundos y genera más calor en los tejidos como el tendón y el hueso.

La diatermia, la cual implica la aplicación de energía electromagnética por onda corta o microondas, esta calienta los tejidos profundos con una conductividad eléctrica elevada.
La termoterapia se utiliza para aumentar el flujo sanguíneo, la tasa metabólica y la extensibilidad de los tejidos blandos o para disminuir el dolor.
La crioterapia se aplica para disminuir el flujo sanguíneo, la tasa metabólica o el dolor.

El ultrasonido es un agente físico que tiene efectos térmicos y no térmicos. Se define como un sonido con una frecuencia superior a 20,000 ciclos/segundo. Debido a su alta frecuencia, no es percibido por el oído humano. El ultrasonido es una forma de energía mecánica compuesta de ondas de compresión y rarefacción.
El ultrasonido se utiliza de dos formas continuo y pulsátil.
El ultrasonido continuo se utiliza para calentar tejidos profundos con el fin de aumentar el flujo de sangre, la tasa metabólica y la extensibilidad de los tejidos blandos.
El ultrasonido pulsátil se utiliza para facilitar la curación de tejidos o para favorecer la penetración transdérmica de los fármacos mediante mecanismos no térmicos.
Bibliografía:
Cameron,M.,. Agentes térmicos: frio y calor. En Agentes físicos en rehabilitación de la investigación a la práctica(132-134). España: Elsevier.